Una nueva tendencia en el cine está pisando fuerte y ganando terreno a las representaciones más clásicas del séptimo arte. Me refiero al aspecto visual de la reciente Cloverfield (Aquí titulada pésimamente Monstruoso), la cual está rodada para crear una ilusión de realismo. Se pretende haber grabado todo el contenido con una cámara digital de fácil acceso a cualquier persona.
La película intenta de este modo envolver a la audiencia de manera que crea que se encuentra en medio de una devastada Nueva York, recreada y destrozada magnifícamente con efectos especiales. Sin embargo muchos no apreciarán la dura labor de los animadores, ya que las escenas están rodadas por un pseudo»amateur», es decir: un único plano, inestable, desencuadrado y con zooms insufribles. No quiero entrar en más detalle, solo que creo que es una injusticia para los creadores de la magistral obra de arte de efectos en la película.
Visto desde un punto de vista más trascendente, habría que analizar por qué se utiliza esta estética. En mi opinión el cine es y siempre ha sido entretenimiento, por lo tanto una evasión de la realidad. ¿Por qué entonces se utiliza una técnica para acercarse a lo real? ¿Para dar credibilidad a la historia? Quizás. The Blair Witch Project (La primera película de éxito con ese estilo) sin duda apuntaba a convencer a los crédulos que se trata de hechos reales. REC busca algo parecido, sin embargo la historia ya contiene un grado de irrealismo notable como para poder imaginar que pueda ser real. Y finalmente está Cloverfield. Queridos productores: ¿Realmente creéis que alguien se traga la historia de un alien gigante que destroza una ciudad? ¿Qué alguien piensa que algo así podría suceder? No sé. Lo dudo mucho.
(Escrito por Eduardo Cohn)